Recuperado de La Voz de Galicia: Las primeras consultas integradas anticipan el modelo de atención del Novo Chuac
La última planta covid, aquella que hace ahora un año se abrió a carreras en los viejos dormitorios de guardia cuando se rompió el techo de ingresos de la pandemia, casi 400, se ha convertido ahora en piedra de toque para una nueva forma de trabajar en el edificio central del Chuac. En el Hospital Universitario A Coruña acaban de abrir sus puertas las primeras consultas integradas, entre ellas, las destinadas a la unidad poscovid, pero también para patologías tan prevalentes como el dolor de huesos y músculos o las consecuencias de la diabetes, y para otras con menor impacto en número, aunque no en gravedad, caso de las denominadas enfermedades inmunomediadas o las neurodegenerativas.
En todas ellas se da una coincidencia: su diagnóstico y tratamiento requiere del conocimiento de diversos especialistas y, tradicionalmente, fuerzan al enfermo a un peregrinaje por las salas de varios facultativos. «Estamos intentando adelantarnos al plan funcional del Novo Chuac, los profesionales quieren progresar así, ir hacia un trabajo más coordinado y multidisciplinar en espacios de encuentro con el paciente. Esta es la primera semilla para crear esa cultura: acercar el conocimiento al paciente, y no que el paciente lo busque por distintos sitios», explica Pedro Marcos, director de atención hospitalaria sobre un cambio no solo físico. «Esto tiene un impacto organizativo importante en los propios profesionales, pero vamos a hacerlo, sin prisa pero sin pausa; en febrero esperemos que esté toda la zona ya en marcha y funcionando», incide.
En la cuarta
Por el momento, se han hecho obras en la última planta covid, en la cuarta planta, que después de reconvertirse en unidad de hospitalización para dar cabida a los enfermos de coronavirus en enero del 2021, se utilizó para vacunar a los sanitarios y a los grupos de riesgo. Además, se ha armado un auténtico Tetris con los calendarios de los médicos para que acudan a los siete bloques habilitados. «Se cambia el circuito habitual del paciente, que es el que habitualmente se desplaza para ver a varios especialistas por la misma patología. Se trata de que el paciente esté en el centro y se mueva lo menos posible», insiste el director médico.
Programa Dóeme
Una de las áreas que ocupa ya un espacio en el bloque de consultas integradas es el denominado programa Dóeme para la evaluación de algias musculoesqueléticas, muy frecuentes y que atienden traumatólogos, reumatólogos, rehabilitadores y radiólogos.
«Trabajarán todos los días en consultas consecutivas para que el enfermo pueda beneficiarse del conocimiento que puedan aportar cada uno de ellos», señala Marcos, que subraya la importancia de ir hacia «consultas de alta resolución» que resuelvan cada caso en el menor número de citas posibles, a ser posible en una única.
Se trabaja ya en la puesta en marcha de protocolos de derivación desde atención primaria, de modo que los médicos de cabecera envíen directamente a aquellos enfermos con dolores de espalda, hombro, rodilla… que no mejoran. «Llegarán con pruebas diagnósticas ya hechas y, en todo caso, contaremos con equipos como ecógrafos y, si falta alguna, se intentará resolver aquí con los menores desplazamientos posibles», apunta. Con el tratamiento orientado, los pacientes volverán después a su seguimiento en primaria o se derivarán a unidades específicas, ya sea para ser operados, para rehabilitación o cualquier otra terapia de control del dolor y la patología.
Covid persistente
Aunque menos prevalentes que las dolencias del aparato locomotor, también ha empezado a funcionar la unidad poscovid con neumólogos e internistas. Esta sala, activa tres días a la semana, se dirige tanto a personas que tras un ingreso covid grave, en planta o en la uci, hayan quedado con secuelas, como a los dirigidos desde los centros de salud por cuadros compatibles con covid persistente. «Esta unidad será la primera línea y tendrá apoyo de los servicios de rehabilitación, neurología, cardiología y psiquiatría», añade Pedro Marcos.
Pie diabético
En la misma zona, en un mes funcionará dos veces por semana también la unidad de pie diabético, orientada a la prevención secundaria para evitar consecuencias graves como las amputaciones. La enfermería tendrá aquí un peso especial, junto con los cirujanos vasculares, los endocrinos, e incluso los especialistas en enfermedades infecciosas.
Patologías inmunomediadas
El resto de las consultas integradas se centrarán en casos que «necesitan un conocimiento y especialización altísimos», valora el director médico. «Serán actos muy concretos sobre pacientes muy concretos», añade.
Entre ellos, afectados por enfermedades inmunomediadas, como colitis ulcerosas, psoriasis, algunas artritis o lupus. Dos días a la semana, reumatólogos, dermatólogos y digestólogos pasarán consulta, mientras que una vez al mes coincidirán reumatólogo, neumólogo, dermatólogo y cardiólogo para evaluar pacientes con sarcoidosis y con parecida regularidad verán a enfermos de fibrosis pulmonar y patologías autoinmunes sistémicas, como esclerodermia.
Enfermos de ELA
Ahorrar desplazamientos y molestias resulta especialmente importante para los aquejados por patologías neurodegenerativas avanzadas, como esclerosis lateral amiotrófica (ELA). «Vamos a intentar que a los pacientes con ELA los vea el mismo día el neurólogo, el neumólogo, el endocrino y el rehabilitador», recalca Marcos, para lo cual se fijarán espacios y tiempos dos viernes de cada mes, y los otros dos se destinarán a afectados de esclerosis múltiple avanzada.
Donante vivo
Con idéntico objetivo de facilitar el proceso, en la zona funcionará un programa especial para el trasplante renal de donante vivo, con enfermería, urólogos y nefrólogos en coordinación con el comité ético.
Pacientes ostomizados
Por último, con las obras se ha aprovechado para mejorar el espacio de la consulta de ostomías, con aseos especiales, para personas que llevan una bolsa intestinal tras una cirugía.