En el ámbito de la enfermería, el manejo de emergencias críticas como las hemorragias masivas requiere no solo de habilidad técnica, sino también de una actualización constante en las mejores prácticas. Mario Lóez, especialista con amplia experiencia, ha impartido recientemente el curso "Manejo de shock y control de hemorragias" los días 16 y 17 de septiembre de 2024 en el Colegio Oficial de Enfermería (COE).
En el ámbito de la enfermería, el manejo de emergencias críticas como las hemorragias masivas requiere no solo de habilidad técnica, sino también de una actualización constante en las mejores prácticas. Mario Lóez, especialista con amplia experiencia, ha impartido recientemente el curso "Manejo de shock y control de hemorragias" los días 16 y 17 de septiembre de 2024 en el Colegio Oficial de Enfermería (COE).
Durante esta formación, se abordaron las técnicas más avanzadas y efectivas para el control de hemorragias en situaciones de emergencia, subrayando la importancia del uso adecuado de torniquetes y otros dispositivos hemostáticos. En esta entrevista, Mario nos ofrece su visión sobre la identificación temprana del shock, la relevancia de la formación continua y los recursos esenciales que todo profesional de la salud debe dominar para actuar con rapidez y precisión en situaciones críticas.
¿Cuáles son las técnicas más efectivas que una enfermera puede emplear en el control de una hemorragia masiva en una situación de emergencia?
Entre las que hemos practicado en el curso se encuentran la compresión directa, la presión de trayectos arteriales, la utilización de torniquetes o la aplicación de sustancias hemostásicas como el Chitosan.
¿Qué signos tempranos de shock son más fáciles de identificar y cómo debemos actuar para estabilizar al paciente?
Aunque es una tendencia habitual fijarse en exceso en las tensiones arteriales, este es un signo bastante tardío de shock. La evaluación de signos de baja perfusión periférica (como la palidez, diaforesis o retardo del relleno capilar) es mucho más precoz, aunque a veces resulta complicado porque pueden parecer datos más subjetivos para quien debe evaluarlo que un valor numérico, como puede ser el de la tensión o la frecuencia cardíaca.
¿Qué papel juega el uso de torniquetes en el control de hemorragias y cuáles son sus limitaciones?
Han pasado de estar literalmente contraindicados en los 90 a ser una de las primeras indicaciones en un paciente con hemorragia exanguinante activa. Entre sus limitaciones de uso está la mala elección del paciente (no debería hacerse en hemorragias moderadas o menores, que suelen ceder por compresión directa). La localización del foco hemorrágico también es importante: si está muy proximal a la articulación (axila o ingle), puede que el torniquete no logre comprimir el vaso. Por supuesto, no se puede utilizar fuera de los miembros (por ejemplo, por razones evidentes, en el cuello).
¿Qué recursos y herramientas debemos tener siempre a mano para una intervención rápida en caso de hemorragias graves?
Lo más básico son gasas/compresas y algo que nos permita hacer un vendaje compresivo. La compresión manual directa y el vendaje posterior controlan la mayoría de las hemorragias. Para las que no, incluso con lo mismo y algo que permita hacer palanca, podríamos improvisar un torniquete de "fortuna". Hoy existen multitud de dispositivos comerciales específicos (que entrenamos en el curso), como el ITCLAMP, Vendaje Israelí o torniquetes comerciales, pero con vendas y gasas podemos salvar la situación en los primeros momentos.
¿Qué valor le das a la formación continua y específica en vuestro trabajo?
Algo que se comentó durante la formación es la necesidad de extender estas actualizaciones a la mayor parte del colectivo. Estrategias como "el líquido a chorro", el uso de coloides, la normalización de valores tensionales... hace años que están obsoletas, pero muchos profesionales las mantienen vigentes porque eran las enseñadas en la época en que recibieron su formación inicial. No solo no las aceptan, sino que incluso ponen en duda a los profesionales que siguen estrategias como la "hipotensión permisiva". Si estas actualizaciones de conocimientos no se dan "en masa", es complicado cambiar las dinámicas de actuación.