"Quiero que la sociedad sepa quién es el enfermero y todo lo que hacemos por los ciudadanos, desde Atención Primaria a los centros hospitalarios"

Visto: 1052

Inés López Carral es la presidenta de la Organización Colegial de Enfermería de A Coruña desde octubre de 2019. Su mandato ha estado marcado prácticamente en su totalidad por la pandemia del covid, una situación que ha obligado a posponer los retos que se propuso hace algo más de dos años. Matrona de profesión, también forma parte de la comisión ejecutiva del Consejo General de Enfermería como vicetesorera. Hablamos con ella sobre la profesión enfermera, cómo se encuentran nuestras profesionales después de luchar durante casi dos años contra el virus y de los objetivos que se marca para el resto de legislatura.

¿Qué supone ser la presidenta de las más de 6.000 enfermeras de A Coruña?

Para mí es un reto el representar a un colectivo tan importante como es el de los enfermeros y enfermeras de la provincia de A Coruña.

Me gustaría que de alguna manera la enfermería llegase a tener el reconocimiento que se merece y que la sociedad conozca qué es una enfermera y qué funciones tiene en cada una de las unidades en los que estamos presentes. Una vez se nos conozca, la visión de la sociedad puede cambiar mucho. 

El colectivo de las enfermeras es el más numeroso del conjunto de los sanitarios y, además, llevan dos años en la primera línea de la lucha contra el covid. ¿Por qué entonces no se las tiene en cuenta en la toma de decisiones, por ejemplo, formando parte en el comité evaluador de la gestión de la pandemia?

Porque desde el punto de vista de las administraciones las enfermeras tenemos que estar a pie de cama y solo ahí, a pesar de tener conocimientos tan válidos como otros profesionales. Conocemos los hospitales y los centros de salud de arriba a abajo y eso nos da una visión más cercana a la realidad, por eso creo que seríamos muy buenos gestores. En algún área empezamos a ver a algún enfermero en cargos de gestión, pero son casos aislados. 

¿Cómo corregimos esta situación?

Motivando a los enfermeros y enfermeras para que, además de desarrollar su labor profesional, se preparen en gestión. Hoy en día la oferta es muy amplia -máster en gestión hospitalaria, máster en gestión de recursos humanos-. Como bien dices, siendo la categoría mayoritaria a nivel de profesionales sanitarios no se entiende que no tenga más representantes, especialmente si hablamos de los niveles más altos. 

Después de más de 2 años al frente del COE de A Coruña, ¿qué balance hace?

Han sido dos años muy peculiares, porque ha coincidido con el inicio y la continuación de esta pandemia. Todos los profesionales estamos sumamente cansados, y es muy difícil mantener esa ilusión y vocación que caracteriza a nuestra categoría, exponiendo en muchas ocasiones nuestra salud para cuidar de los demás para que después no se nos tenga en cuenta. En general, lo que hemos notado estos dos años, más que nunca, es que no se nos cuida y valora lo suficiente.

¿Ha provocado la inacción de las administraciones la pérdida de vocación por parte del colectivo?

La verdad es que los contratos que se están haciendo son precarios, en algunas unidades tratan de hacer contratos de acumulación que se alargan un poco más, pero no es suficiente.

Es cierto que este tipo de contrataciones se han hecho siempre, pero esto no significa que sean las deseadas y los profesionales que se encuentran en esta situación lo llevan mal, sin tener vida y constantemente pendientes del móvil. A esto hay que sumarle el estrés que padecemos debido a la sobrecarga que ha generado la pandemia. 

Lo que evidencia esta crisis, cuanto más avanzada está, es que falta mucho personal sanitario. ¿Cómo frenamos el éxodo de enfermeras?

Sería muy fácil si la Administración nos valorase como las profesionales que somos. El primer paso para conseguirlo pasa por reconocernos la categoría laboral que nos corresponde, el nivel A1.

También debe ajustarse a ese grado la retribución económica que percibimos, se han de mejorar los contratos, prestando una especial atención a las contrataciones por días, que deberían suprimirse. Esto mejora las condiciones del propio profesional pero también de las unidades: no es lo mismo tener una plantilla estable en un servicio que ver como cada día entran y salen enfermeros que apenas están un par de días. Y evidentemente esta situación también repercute en el paciente, que tiene otra confianza al saber que esas enfermeras lo han cuidado durante un determinado tiempo y conocen su problema y su entorno a la perfección.

Tampoco puede ser que sigamos en el grupo A2 cuando reunimos las mismas condiciones que otros profesionales como pueden ser los licenciados en derecho, comunicación, etc.

En resumidas cuentas, tienen que cuidarnos. 

Antes comentaba la factura que ha pasado la pandemia al colectivo enfermero.

En muchas unidades todavía no han podido disponer de los días libres que tienen anuales por necesidades del servicio, y la falta de personal la están cubriendo con profesionales del mismo servicio.

¿Cómo se encuentran de ánimo las enfermeras?

Es un colectivo que está muy cansado. Cuando conseguimos doblegar una ola, enseguida viene otra variante que incrementa nuestra fatiga, y en esta sexta ola la situación es de nuevo muy preocupante.

¿Y la salud mental de las enfermeras cómo está?

Nos hemos encontrado con muchos compañeros que están buscando apoyo en los gabinetes psicológicos que hay en las propias instituciones y las listas de espera que hay en este momento reflejan la gravedad de la situación. 

A lo largo de la pandemia, el Colegio de Enfermería de A Coruña negoció una serie de convenios -con el Colegio de Psicólogos y con diferentes clínicas- para que nuestros profesionales puedan acceder a estos servicios más fácilmente.

Especialmente desde la irrupción de la pandemia ha habido una altísima demanda de profesionales, que ha provocado a su vez un aumento del intrusismo laboral en la enfermería. ¿Es la colegiación el arma para luchar contra esta situación?

La colegiación es prioritaria para que no haya falsos enfermeros y para saber que la persona que atiende a nuestros pacientes reúne los requisitos exigidos. Sin eso, el paciente no tiene ninguna seguridad.

Sabiendo que la colegiación es obligatoria para todos los profesionales sanitarios, ¿cómo puede ser que haya enfermeros trabajando sin estar colegiados? ¿Cómo corregimos esta situación?

Las propias instituciones tienen que, de alguna manera, exigir que sus profesionales reúnan las condiciones para ejercer la profesión enfermera, y entre ellas está el certificado de colegiación. Y que haya un control periódico sobre esta colegiación, porque yo me puedo colegiar hoy porque mañana me van a contratar y se que me lo van a exigir, y al día siguiente me doy de baja. 

La póliza de responsabilidad civil asociada a la colegiación es fundamental. Todos somos humanos y cometemos errores, que pueden ser demandables, por eso es importante que el profesional esté cubierto. 

Sin esa colegiación, el paciente no tiene ninguna seguridad de que el enfermero que le está atendiendo cumple con los requisitos necesarios para acometer esa tarea.

¿Cuál es la postura ahora mismo del Sergas a solicitar la colegiación obligatoria?

En este momento nos estamos reuniendo los cuatro colegios de Enfermería de Galicia con el conselleiro de Sanidade, al que le expusimos nuestra preocupación al respecto. Esperamos llegar pronto a buen puerto.

La colegiación además de ser obligatoria, tiene muchas ventajas. ¿Cuáles son?

La colegiación de alguna manera asegura el acceso a una formación continuada. En el Colegio Oficial de Enfermería de la provincia de A Coruña ofrecemos diferentes opciones, como cursos Experto Universitario, que si no son gratuitos, están en parte financiados.

También se conceden becas a aquellos profesionales que deciden llevar a cabo algún tipo de investigación o que presentan trabajos originales en congresos y jornadas.

De esta forma conseguimos motivar a los enfermeros para que sigan formándose, investigando y mejorando como profesionales. 

Nuestro colegio tiene también una serie de convenios con determinadas instituciones del ámbito del ocio, la salud (consultas médicas, clínicas de odontología, ópticas), empresas aseguradoras o centros de deportes, de los que se pueden beneficiar todos los colegiados.

Con respecto a la formación, ¿qué oferta van a tener los colegiados en 2022?

Ahora mismo tenemo cinco cursos que ya están en marcha: Enfermería Escolar, Gestión Sanitaria para directivos de Enfermería, Enfermería en los Cuidados Críticos y Urgencias y Emergencias. 

En este momento estamos preparando más opciones para ampliar la oferta de cursos. En las próximas semanas presentaremos el catálogo completo de formación para 2022, tanto en formato de cursos como de jornadas.

¿Cuáles son los objetivos del COE de A Coruña para 2022?

Acercar el colegio a los profesionales -un reto que me propuse en 2019 cuando asumí el cargo pero que se complicó con la irrupción de la pandemia-, con la realización de formación presencial siempre que la situación lo permita. También quiero darle más voz a nuestros profesionales y que la sociedad sepa quién es el enfermero y todo lo que hacemos por los ciudadanos desde las diferentes unidades, desde Atención Primaria a los centros hospitalarios. Queremos construir una imagen real del enfermero y la enfermera.

¿Qué retos te marcas para lo que queda de mandato?

Me encantaría que en los centros escolares de nuestra provincia llegásemos a ver un incremento de enfermeras escolares y que además fuesen integradas en la plantilla de los colegios. Para cualquier niño es fundamental contar con una profesional que lo asista en caso de accidente o enfermedad, pero en especial para los que conviven con enfermedades crónicas como diabetes, alergias, epilepsia, etc. La enfermera escolar es fundamental.

A nivel de gestión, que se nos tenga en cuenta en la toma de decisiones. Es imprescindible porque nosotros tenemos otra visión del día a día del hospital, del paciente y su entorno, que permitiría sumar valor a nuestro sistema sanitario. 

Otro reto es que todas las especialidades sean contempladas en el sistema sanitario y que, de alguna manera, el sistema aproveche realmente los recursos que ha invertido en formación de los EIR para que la atención a los usuarios sea la mejor en cada categoría.

Y, por supuesto, es primordial incrementar el ratio de enfermeros por número de pacientes en toda nuestra comunidad y en el conjunto del sistema de salud.

Imprimir