Lleva 13 años dedicada a la investigación y asegura que "las funciones de investigación que realizamos las enfermeras siguen sin ser reconocidas." Neri Fernández es en la actualidad docente en la Escuela Universitaria de Enfermería de A Coruña e investigadora en el Grupo de Cardiopatía Isquémica, cardiología intervencionista e imagen y función cardiaca perteneciente al INIBIC (Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña). Neri es una de las ponentes del congreso de AGEFEC que se celebrará los días 8 y 9 de noviembre. Participará en el debate sobre docencia e investigación que se celebrará el sábado día 9 a partir de las 16:30 horas. Puedes consultar aquí el programa del congreso.
¿Qué fue lo que te impulsó a dedicarte a la investigación en enfermería y cómo ha sido tu camino hasta ahora?
Me impulsó la curiosidad por saber en qué nos basábamos para realizar los cuidados de la forma en la que lo hacíamos. Eso me hizo interesarme como estudiante por los protocolos y guías de práctica clínica que se utilizaban en las unidades en las que me formaba. Al conocer que la base de nuestra praxis se fundamentaba en los resultados de estudios de investigación llevados a cabo por enfermeras, me planteé continuar con la formación académica para poder realizar estudios de doctorado e intentar aportar evidencia a nuestra práctica clínica diaria.
Sabemos que investigar en el ámbito de la enfermería no es tarea fácil. A menudo, el tiempo y los recursos disponibles son limitados. En tu experiencia, ¿cuáles han sido los principales obstáculos que has tenido que afrontar como investigadora? ¿Cómo lograste sobreponerte a ellos y seguir adelante con tu labor?
No me he encontrado ninguna piedra en el camino, por lo que no hablaría de obstáculos. Lo que me ha pasado es que he tenido que buscar proactivamente los recursos. He encontrado apoyo de expertos en los diferentes centros sanitarios donde he realizado estudios de investigación, pero no siempre he tenido becas o ayudas que sufragaran el total de recursos necesarios para llevar a cabo los estudios en los que estaba y estoy involucrada. A pesar de que han pasado 13 años desde que me adentré en este mundo, las funciones de investigación que realizamos siguen sin ser reconocidas, tanto a nivel curricular como a nivel económico. Para que los estudios salgan adelante, estudios que mejorarán la práctica clínica, y por ende, la salud de la población, tienes que dedicar muchas “horas extras”, horas que se reconocen en el ámbito asistencial, pero no el tiempo dedicado a la investigación. Esta situación se produce en otras disciplinas, pero de forma más agravada en nuestro ámbito. Cuando crees firmemente en algo, acabas encontrando alternativas, aunque sea a coste de tu sacrificio personal, incluido la búsqueda de soporte económico y recursos necesarios.
La investigación en enfermería ha ido ganando reconocimiento, pero ¿cómo crees que se refleja realmente en la atención directa al paciente, sobre todo en un área como la cardiología, en la que trabajas? ¿Has visto un cambio palpable gracias a la investigación?
En los últimos años, la figura de la Enfermera de Práctica Avanzada, no reconocida en nuestra comunidad autónoma, ha adquirido cada vez más protagonismo en el área de la cardiología. Se trata de una enfermera formada y con experiencia en una entidad determinada. La incorporación de estas enfermeras a los procesos asistenciales ha demostrado una mejora en la atención a los pacientes CV. En el entorno de la cardiología esta figura se está consolidando en el manejo del paciente con Insuficiencia Cardíaca (IC) y Síndrome Coronario Agudo. Por ejemplo, en el 2021, se ha publicado un estudio en la Revista Española de Cardiología titulado “No inferioridad de la titulación de enfermera de insuficiencia cardiaca en comparación con la de cardiólogo de insuficiencia cardiaca. Ensayo aleatorizado multicéntrico ETIFIC”. Este ensayo clínico, aleatorizado y multicéntrico, confirma su hipótesis demostrando que la eficacia en la titulación de fármacos por enfermeras de Insuficiencia Cardíaca (IC) es equivalente a la realizada por los cardiólogos de IC. Pero no solo eso, sino que con su intervención se registraron menos hospitalizaciones por IC gracias al uso de mayores dosis de bloqueadores beta/IECA en comparación con el grupo seguido por cardiólogos de IC. No hay nada mejor que la evidencia para demostrar que nuestras intervenciones son seguras para los pacientes.
Actualmente, estás involucrada en varios proyectos de investigación en el INIBIC. ¿Podrías compartir con nosotros en qué consisten esos proyectos y cómo crees que pueden contribuir a mejorar el cuidado del paciente?
Actualmente, estamos llevando a cabo un estudio sobre el impacto de una intervención enfermera frente al seguimiento convencional en pacientes que sufren un SCA. Este impacto se mide por mejor control lipídico y glucémico, reducción de la mortalidad y de los reingresos hospitalarios, entre otras variables. Además, en breve vamos a comenzar un estudio de casos y controles que analizará la microbiota intestinal y salival de los pacientes que han sufrido un SCA y población sana, pero con riesgo de enfermedad CV. Uno de los objetivos es identificar las variables microbióticas y metabolómicas que puedan permitir diferenciar a pacientes con SCA de personas con bajo y alto riesgo de eventos cardiovasculares.
En el próximo Congreso AGEFEC, participas en la mesa de docencia e investigación, un ámbito clave para el futuro de la enfermería. ¿Qué esperas que se logre con esta mesa, y qué consideras lo más importante que las enfermeras deberían llevarse de ella?
De la mesa espero que consigamos concienciar a las enfermeras de la necesidad de investigar como parte de su labor profesional. Es importante trasmitir que es una función que cualquiera de nosotras podemos llevar a cabo, ya que estamos preparadas para ello. Sin embargo, son muchas las que no se atreven a desarrollar esta faceta por considerarla inalcanzable, cuando no es así. Por lo tanto, sería un éxito si las animamos a iniciar nuevos proyectos en su ámbito asistencial o que involucrarse en los ya existentes.
La colaboración entre profesionales y el respaldo institucional son cruciales para el avance de la investigación. ¿Sientes que en Galicia existen suficientes oportunidades de colaboración y apoyo para los profesionales que, como tú, trabajan en la investigación enfermera?
Las oportunidades para iniciar la carrera investigadora han mejorado desde que me inicié en este camino, como ya comenté, hace más de una década. Actualmente, existen mayores oportunidades en lo que se refiere a formación y participación en Grupos de Investigación ya consolidados. Desde el 2010, pertenecemos a los estudios de Grado lo que nos permite continuar con la formación de máster y doctorado dentro de nuestra disciplina. En lo referente a investigación, en la actualidad hay muchos grupos y, en consecuencia, líneas de investigación, liderados por enfermeras. Por ejemplo, en el Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña (INIBIC) el Área Salud Poblacional y Cuidados Sanitarios es liderado por Rocío Seijo, enfermera investigadora del Área Sanitaria de A Coruña. A pesar de estos avances, todavía queda mucho por hacer y más si nos comparamos con otros países que podrían servirnos de modelo, como el Reino Unido.
La investigación en enfermería está en plena evolución. Desde tu perspectiva, ¿qué crees que debería cambiar o mejorar para que las enfermeras tengan más facilidades a la hora de investigar? ¿Cómo visualizas el futuro de la investigación en este campo?
Uno de los aspectos que considero claves para el futuro de la investigación en enfermería es el apoyo institucional. Por un lado, en el ámbito académico es necesario dotar a las estudiantes de una formación sólida en esta materia, fomentando una cultura investigadora desde los inicios de la formación académica. Asimismo, las universidades deberían incrementar la oferta de másteres y doctorados del ámbito de la enfermería. Por otro lado, en el entorno asistencial, se debería promover la actividad investigadora a través de estructuras de apoyo y facilitar esta actividad con asignación de tiempo a la investigación de aquellos profesionales que acrediten esta dedicación. Esto redundaría en un incremento de la actividad investigadora en los profesionales, por lo que se vería incrementado el reconocimiento de la profesión. El incremento del interés por la actividad investigadora en las nuevas promociones de graduadas y graduados en Enfermería y especialistas hace que se mire con ilusión y esperanza el desarrollo de la profesión enfermera.
Para las enfermeras que están empezando y que quieren adentrarse en el mundo de la investigación, ¿qué les aconsejarías? ¿Qué habilidades o cualidades crees que son clave para tener éxito en este ámbito?
Les aconsejaría formarse en el ámbito en el que quieran desarrollar sus proyectos, además de formarse en aspectos metodológicos y estadísticos. Además, considero fundamental que busquen un referente en investigación para que les guíe y asesore en sus inicios como investigadoras. Entre las cualidades a destacar estarían la disciplina, la perseverancia y la rigurosidad en el desarrollo del proceso de la investigación. El pensamiento crítico y analítico y la capacidad de comunicación son, también, necesarias.